Más aquí de la pantalla.
Abro los periódicos o paso sus hojas virtuales en internet y las noticias me atropellan independientemente de la prensa que tenga delante de las narices. Enchufo el televisor o la radio y la información me acribilla por los cuatros puntos cardinales con saña siendo igual el arma que emplee la emisora de turno. Son monótonos, cansinos, predecibles y pelmas una cosa mala, tanto en lo que callan como en lo que dicen. La información, el debate, el coloquio o la opinión suelen ser, con pequeños matices y honrosas excepciones, el mismo ladrido y consiguiente mismo mordisco. Van a la yugular sin piedad. Siguen la misma estrategia que Drácula. Un mordisco de columnista extraordinario para enamorar y luego unos chupones interesados hasta transformarte en un vampiro pura sangre. La única manera de librarte de ellos es mandarles a tomar viento lunar en cuanto asoman el colmillo, desconec...