Ya no podré disfrutar con mi madre.
Cuando decidí hacerme cargo de las clases de alfabetización a un grupo de inmigrantes en situación de exclusión, le comenté a mi madre que no podría ir por la mañana a pasear con ella por Pamplona. En cuanto le expliqué el motivo se puso muy contenta. —Si no aprenden castellano, aquí no serán personas. No te preocupes, cuando vengas a la tarde ya me contarás lo que habéis hecho en clase —dijo entusiasmada porque íbamos a tener tema para hablar. Así fué, me preguntaba si asistían, si hablaban castellano, si iban mujeres, cómo les enseñaba... quedamos que algún día, por junio, con el buen tiempo, iríamos con ellos a tomarnos algo y charlar. Cuando le comenté que la Administración no les quería matricular en una escuela oficial y que no podían acceder a cursos de formación profesional, no le entraba en la cabeza. —¿Y qué hacen los del PSOE ? No es posible que habiendo gente que quiere aprender, los que tienen la sartén por el mango no les den clases. No ya por obligación cristiana de ...