Legítima defensa
Es una reacción que no puedo controlar. Yo lo achaco a la educación que me dieron mis padres y a mi adolescencia libertaria y participativa. Cuando un idiota con poder le da caña a alguien, me mosqueo y me pongo de parte del atacado. No lo puedo remediar. Y si las hostias son sin consagrar en la pila del agua de la verdad, me reafirmo en la hipótesis de que los atacantes son peores. Son unos hijos de la frutera que quieren quemar todas las fruterías para acabar con la competencia y establecer su monopolio. Es decir, estoy a favor del “tú más” del acosado y hasta me parece poco. Creo que una butifarra, y un “idiota” o “Tontolaba” a la par que se denuncian todas las barbaridades demostradas que ha hecho, y sigue haciendo el chulo agresor, me parece de buena educación. Poner la otra mejilla queda bien para puntuar en el supuesto juicio final; callar o bajar la cabeza y ponerse de rodillas por unas grabaciones no encomendadas por el juez, un informe de la CUCO y ...