Alegorías
Estos días estoy viendo unos capítulos de Juego de Tronos. Desmembraciones, mierda a cascoporro e intrigas palaciegas salpimentadas de despelote se repiten capítulo tras capítulo. Es una serie catalogada por todo el mundo como de fantasía medieval, drama y aventuras. Una muchacha joven, aspirante a un trono de hierro (que tiene que ser más frío que frío) se mete en la pira funeraria de su aguerrido marido con tres huevos de dragón y sale como si nada. Guapa como ella sola y con tres dragoncillos. Desde ese momento, Daenerys Targayen, que así se llama la mujer ignífuga, pasa a ser la Madre de dragones. Y como no podía ser de otra manera, un dragón es una mascota demoníaca, los trillizos se convierten en unos cabronazos que a la menor señal de su madre achicharran al más pintado. Son fiestas de mi barrio, San Jorge. También en Cáceres y lo celebran con profusión de representaciones y desfiles. Será por efectos de la primavera, pero el demonio, el dragón, es mucho ...