"Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir"
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Mostrando entradas de abril, 2012
Perútoyo II
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Nos propusimos ir de Tingo María a Tarapoto (478 Km) y a tal fin negociamos con el Bajito y unos amigos suyos. Cuando a las ocho de la mañana aparcó delante de nosotros un microbús Hyundai, no dábamos crédito. Un busito para ir cómodos y no es Toyota. ¿Seguro que estamos en Perú? Pues sí y en la ciudad del tráfico de coca y de los conflictos armados con Sendero Luminoso. Todo eso parece que ha desaparecido y quedan los bancos, los ricos y el dolor de las clases humildes que fueron víctimas de uno y otro bando. Las historias que cuentan son terribles. Se montó con nosotros una pareja que iba para Tocache y casi nos ponemos a cantar como escolares. Nada más salir de Tingo María hicimos alto en una chabola decorada con abundantes carteles de prohibido hacer fuego. Es decir, una gasolinera casera que llena los depósitos a pozales y con un embudo tremendo. No tengo ni idea cómo hacen el cálculo de la cantidad o de la calidad, pero les va bien. Esto de parar a echar gasolina nada más contr...
Perútoyo I
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En Repartidor, después de dejar un toyoperú, nos quisieron meter a los cinco, con nuestras mochilas, en un perútoyo (Toyota de carretera) no mayor que un 205. Discutimos con el que distribuía los carros y le convencimos de que nuestros cuerpos gentiles querían llegar a Tingo María vivos. Nos pidió un poco más por la comodidad de ir en uno mayor y le dijimos que nones, que nos íbamos a otra agencia. Que no, que hay que mantener a la familia, que bueno, que vale”. Nos metimos en un Corolla conducido por el Gordito, que bien pudieron haberse dejado de apodos cariñosos y llamarle Gordo de la leche o Gordo.com. La alineación fue de cinco mochilas en el maletero y sobrándose por encima del asiento, una muralla defensiva de cuatro atrás, como sardinas, y un extremo acompañando al Gordito.com. Como se puede apreciar un equipo a la italiana. Como los cuatro no nos podíamos poner en línea, dos ponían sus posaderas un poco adelantadas. La suerte, eso me pareció, de ir por una carretera asfaltad...