Sé lo que hicisteis el último verano.
El pornoperiodismo está que no para. Nos meten primerísimos planos para realzar un asunto, aumentar el tamaño o eternizar un meneo. Lo importante es lo importante y el contexto es ropaje que enturbia lo importante, que diría el velocista Mariano. A las izquierdas, cuando empezamos con esto de la democracia, las vituperaban por lo que hicieron, dijeron o dejaron de hacer en el pasado y por asuntos de índole personal. Sin embargo, a la derecha le perdonaban su franquismo, sacralizaban a sus personajes y protegían las instituciones con códigos almibarados de lo políticamente correcto. Si hubiera habido internet, seguramente, la historia habría sido otra. Ahora le toca a Podemos. Como no tiene presente amplio de gestión pública y la derecha está sentada en el banquillo, los porpes (pornoperiodistas es muy largo) hurgan en el pasado de las personas que ocupan cargos de responsabilidad con la "pretensión" de aclarar, sacar a la luz, desenmascarar... a la vez que se autoproc...