Agur, Lima
Según Mari Luz, una limeña majísima amiga de Daniel desde hace años, los mejores autobuses, los modernos, llevan los cristales ahumados para que no se vea desde fuera si van turistas a los que atracar. Como los que pillamos nosotros lo raro es que lleven turistas, no ocultan su interior y son más baratos. El ómnibus que cogimos para ir a la Merced, dos pisos, tenía la luna delantera rajada y se sujetaba por el letrero JUNIN que tenían pintado y por unas tiras de cinta adhesiva transparente. Las ruedas habían perdido bastante de su dibujo original y anunciaban un recambio o un recauchutado, una especie de lifting, para hacerle tirar otro porrón de kilómetros. No tenía nada que ver con las fotos de los modernos autobuses, con cristales tintados, que anunciaba la compañía en unos carteles grandes en la aseada oficina de venta de billetes. Unas manzanas más a las afueras de la ciudad estaba el patiohangar de la empresa JUNIN y una pequeña patioficina de venta de billetes...