Como Dios manda
Supongamos
que cuando Mariano Rajoy dice que hace “una política económica como Dios manda”
está diciendo la verdad. Vamos, que se lo cree, que está convencido. Si eso es
así, es muy probable que tenga contacto con Dios habitualmente ya que, de vez
en cuando, nos cuenta los mandatos divinos. Por eso, cuando no tienen contacto,
Rajoy enmudece y no comparece hasta que el jefe le dice lo que tiene que decir.
Por teleconferencia, los viernes, antes del consejo de ministros, Dios le da
las órdenes.
-Vas
a pedir dinero a Bruselas y ten cuidado con la prima de Riesgo que no es de
fiar -le suelta Dios, como quien no quiere la cosa. Eso no está mal porque Dios es Dios y aunque países aconfesionales nos pasen la pata, no es cosa de llevarle la contraria. Siempre se ha propagado que los caminos del Señor son inescrutables. Bush dijo que invadió Irak porque se lo comunicó Dios y se quedó tan pincho.
Supongamos
que todo lo anterior es mentira, que Mariano Rajoy no se lo cree. Que dice que
habla con Dios y de eso nada, monada. Que es una trola. Es como si yo digo que
me hablo con Guardiola cuando estoy discutiendo de futbol con los amigos. Es
penoso pensar que Mariano es un mentiroso de tomo y lomo y que, como quiere hacer
lo que le da la gana y que nadie le ponga un pero, se inventa lo de Dios. Es
muy triste que el presidente del reino de España nos mienta sobre sus
relaciones ultrasensoriales.
-Tenemos
que recortar gastos como Dios manda -grita Mariano ante los micrófonos.
Ni
Dios sabe como manda Dios recortar, pero el presidente de España sí. Todo Dios
se queda patidifuso, pero, amigo, sigue recorta que te recorta. ¿Y por qué nos
quedamos como las vacas mirando al tren? Porque Rajoy se hace pasar por Dios.
Hace lo que quiere él, no lo que Dios manda. ¡Toma revelación! ¡Dame
revolución! Incluso hay gente que está como Dios y que vive como Dios
Supongamos
que desde la izquierda apareciese un representante y dijese: no vamos a
recortar y vamos a hacer lo que Dios manda. ¿Qué pasaría? Tendríamos un cristo.
Desde la derecha intentarían arrogarse la propiedad, llamarían a Rouco para
hacer una inmatriculación o un registro en la SGAE y desde la izquierda lo
sacarían a sartenazos, por tonto.Puede que todo lo anterior sea una realidad poliédrica y que Dios, como la verdad y la mentira, tenga el color del cristal con el que lo miras. Sí, que el Dios de Mariano no sea el único Dios. Puede, vete a saber, que haya muchos dioses y que en el Olimpo, hace unos años, montasen la de Dios. Unos contra otros hasta dejar a Grecia hecha unos zorros y, como le cogieron gusto, ahora siguen con los demás. Los dioses se han vuelto locos y son los culpables de la crisis.
Palabra de Dios. Podéis ver el futbol en paz, que diría Maríano.
¡Ay, incrédulo! ¡Ay, ateo! ¡Tienes bien ganado el infierno de mi amistad!
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