Denominación de Origen Navarra
Hay que recordar que el reino de Navarra tiene una gran tradición vinícola por su clima mediterráneo. Aunque el chacolí ha intentado usurpar esa primacía, el clarete (decir que el vino tiene color rosa es una mariconada y un contrafuero) es el estandarte de los caldos navarros.
El MMXII es un clarete surgido de la fraternidad de la variedad garnacha psoe y de la tempranillo upn. Es un vino de cierta edad cultivado en terrenos de hormigón y asfalto, aireado con los vientos de corrupción que soplan por el territorio foral, mojado por las lluvias veraniegas de Jiménez y los constantes riegos por aspersores del canal de Barcina. Esas cepas, esos linajes han crecido por los cuidados de unos profesionales de la política y las finanzas que, junto con la bendición apostólica de su santidad, les ayudan a crecer con abonos naturales de poltrona y podas adecuadas de miembros discordantes. Su vendimia es manual y con guantes para que el dinero líquido que se almacena en el grano no manche.
Vinificación en tina de acero corten, losetas de India y hormigón americano. Después de treinta días de negociación, maceración, trasiego de despachos y delicada fermentación pasa a formarse el gobierno de sutil e inestable mayoría que se mete en un agujero de un mínimo de 130 millones. Tras doce meses en barrica de roble can a una temperatura como al pilpil, pasa a un embotellado cojonudo que es almacenado en las gradas del Reyno de Navarra, en el parquin de Baluarte o de la estación de autobuses y en otras silos de diseño que la cooperativa vinícola “La Privatizadora” tiene a lo largo, ancho y alto (3D) de su reino. Unas partidas de esas botellas son colocadas a la sombra del peaje de la autovía “Camino de Santiago” para que permanezcan ocultas y a temperatura constante para ser disfrutadas durante un montón de años por sus promotores.
Cata: a la vista da un color rojo foral picota, con ribetes gualdas de madroño. En nariz muestra una amalgama de frutas grises edulcoradas de incienso fresco y pinceladas florales de amigos de partido, así como notas balsámicas de euros a la investigación privada, acompañadas de una armonía destructora de la enseñanza pública y acordes funerarios de la sanidad de todos. En boca, en primera instancia, sugiere una mentira carnosa que toma una textura rentabilizadora y que lleva por detrás los taninos maduros propios de los recortes. En segunda instancia, aumentan los puestos a dedo y aparece la acidez que arrastra todo hasta el final de la boca, dejando un rastro de amargor que no se aguanta en la retronasal y al final se rompe invadiéndolo todo.
Maridaje: monogamia de psn con upn. En algunos momentos puede tener encuentros con Pepe o Pepene.
Divorcio: son felices hasta que se joden las perdices.
Precio: una pasada que la pagamos todos. Lo mejor, que se rompa la botella.
Eres cojonudo, de verdad. Todavía me estoy riendo encabronadamente. Desde luego tu conocimiento de los entresijos e la cata me ha dejado anonadado, y tu capacidad para adaptarlo al tema Jiménez-Barcina (o viceversa) todavía más. Si Quevedo levantara la testuz te copiaría, seguro. Un abrazo.
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