En soledad

¿Dónde vas a comparar? Mucho mejor juntos. La soledad es buena para algunas cosas, pero para disfrutar, lo que se dice disfrutar, mucho mejor en compañía. Somos personas y por lo tanto, salvo los ermitaños y algún que otro avestruz que va por la calle con los cascos de música puestos y las gafas de sol casi opacas, necesitamos de nuestros semejantes para vivir, y más, en estos momentos.

Los que nos han metido en la crisis y quieren matarnos poco a poco, tienen muy claro que la forma de conseguirlo es que vivamos como auténticos crisinos. Es decir, imbéciles solitarios que calman sus dolores con cervezas, paracetamol, antidepresivos, futbol, telenovelas y masturbación on line. Quieren aislarnos para que seamos presa fácil de sus jaurías. Ellos van unidos y establecen sus planes. Te jalan la oreja, te adulan diciéndote que eres una estrella, que no hay nadie como tú. Y ante tanta luz te deslumbras, pero siempre mantendrás las distancias con el resto del universo, con otras estrellas narcisos, como tú, que vagan con rumbo fijo.

Que les den. Tira para las manifas que son momentos para coger fuerza y quitarse los miedos. Gritas, pisas despacio el asfalto, miras la ciudad desde tu tribuna, cantas en un coro y caminas hacia adelante en compañía. Puede que comiences una nueva relación y eso no es comparable con los encuentros vía internet. Una manifa es un acto social superior a la misa, a las procesiones y a las compras en el híper. En una manifa vas a tu aire y no gastas dinero. Hasta puedes fumar si te place.

Para ellos es mejor que vivas en una unifamiliar, que te pongas alarmas para que nadie te robe. Que te compres un televisor supermegatodo para no ver el mundo que te rodea. Que te compres una bicicleta estática para que nadie te atropelle. Que te compres un home cinema para ver las películas sin salir de tu casa. Que te pongas línea ADSL, móvil y fijo para conectarte con el mundo desde tu pantalla. Que en caso de extrema necesidad, cuando tengas que ir al teatro, no hagas cola y compres las entradas desde tu terminal. Que no salgas a la calle ni para tirar la basura. Que te montes una cárcel para ti y los tuyos.

Que les den. Los gastos compartidos son menos gastos. Es mejor saludar a la gente que mover la lengua solo para comer. Tus semejantes se parecen a ti tanto como a ellos mismos. Siéntate en el parque, lleva unas cervezas e invítales a tus compañeros. Oirás el mundo vivo sin que el sonido salga de un altavoz. Puede que comiences una nueva relación y eso es superior a los diálogos por teléfono. Un lugar en el parque o en la calle es superior al banco de la iglesia, al sofá y al asiento del coche. Hablas de lo que te da la gana y no gastas dinero. Hasta puedes fumar si te place.

Lo público es lo nuestro, lo que nos une; lo privado es lo suyo, lo que nos aísla.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ascensor Social

La casa de Tócame Roque

Txistorra al curry