Revolviendo Roma con Santiago
Esto de la teología y sus aplicaciones a los aconteceres de la iglesia católica van a terminar siendo una sección del programa de Iker Jiménez o de Sálvame porque dan un juego infinito o eterno dado el entusiasmo que algunos hombres con sotana le ponen a lo misterioso, a los asuntos del fornicio y a los del vil metal. Estén en Santiago o en el Vaticano, algunos cargos eclesiásticos se suben la sotana o se bajan los pantalones para liberar sus instintos carnales con la misma pasión y firmeza con la que condenan a los homosexuales sin hábito. Y como todos los caminos conducen a Roma o a Santiago, vuelven a subirse la sotana o a bajarse los pantalones, pero esta vez para esconder el dinero de los peajes a la felicidad eterna.
José Manuel Fernández Castañeiras está acusado de delitos contra la intimidad, robo continuado con fuerza en las cosas, hurto y blanqueo de dinero porque, al parecer, se llevó una pasta de la catedral de Santiago y el famoso Códice Calixtino. Pues bien, este católico practicante, ha presentado un dosier de quince folios en el que, con nombres y apellidos, refiere las intensas relaciones sexuales que se hacían carne dentro de la Catedral. Asegura que en algunas ocasiones presenció esas “aberraciones” y que estaba hasta las mismísimas pelotas -esto de las pelotas es una licencia mía- de las palmaditas en el culo que le propinaban dentro del recinto catedralicio. También asegura que metían la mano en la bolsa y sacaban dinero. El bueno de José Manuel denuncia: “Ni la pobreza ni la castidad existe en algunas personas que se les supone”.
A dos mil doscientos sesenta kilómetros de la tumba del apóstol Santiago se encuentra la de San Pedro en el Vaticano. Dos Tumbas en dos sedes de peregrinación importantes y con el mismo cristo. Parece ser que Benedicto XVI deja de ser Papa por su incapacidad para meter mano, poner orden, en los asuntos de los que meten mano en la caja y en cuerpos humanos que no son los suyos propios. Un paisano católico practicante, ayudante personal del Papa, se llevó unos papeles a casa y puso en cuestión la pobreza y la castidad del personal residente en el Vaticano. Mosqueado, el Santo Padre encomendó a tres cardenales un estudio sobre el tema. Porque no está para trotes, que si no… sale corriendo después de leer los trescientos folios del informe. Sus ayudantes le tuvieron que agarrar para que no se pegase una toña y, con gran esfuerzo, le hicieron tomar una infusión de manzanilla en agua vendita. A los días, Benedicto XVI comunicó que lo dejaba, que se iba.
Se peca igual en la sede central que en la sucursal.
Nota: Al terminar de escribir estas líneas, el ministro Jorge Fernández Díaz dice que hay argumentos racionales para oponerse al matrimonio homosexual y el cardenal O’Brien, tras la denuncia de cuatro sacerdotes, admite que su conducta sexual no fue apropiada.
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