Pincho de bolas de pino
Hay que consumir, consumir y consumir hasta consumirse consumiendo. Las fallas eran las fallas y había que salvarlas para que no ardiesen los negocios en torno a la piromanía de San José carpintero. El dineral que dejaron de ganar me dejo en ascuas. La Semana Santa en España es fuente de alegría y pasión por el turismo religioso y capitalista. Los comerciales pedían a gritos de saeta que rezásemos para resucitar el mercado turístico lo antes posible. La pasta que dejaron de ganar me dejó en un valle de lágrimas en la arena de la playa donde escribió su nombre, chi ri bi ri bi po po pom pom. La Feria de Abril se quedó sin casetas, caballos, farolillos, toros... Los señoritos engominados de Sevilla perdieron su silla. El parné que no fue a su buchaca me dejó joío. El capote de San Fermín tapó los encierros, las peñas y la sonrisa del vecino soso que abraza al vecindario el 6 de julio. El pobre de mí de los profesionales del jaleo me dio una cornada en la cartera sin orificio de s...